Ver tus ojos es mi anhelo, sentir tus labios suaves es lo que más deseo.
Dulces, seguro serán dulces tus palabras cada mañana y cada noche en que descansemos de la vida. Mira las hojas flotar sobre las sábanas, vuelan tan lento que podríamos dormir bajo ellas eternamente antes de sentir su cuerpo quebrarse.
Seguro lamerías mis labios con fuerza y rigidez, tal vez por miedo, tal vez por el inevitable placer de hacer lo incorrecto.
Caminaremos juntos hasta desaparecer, tú buscando la luna, yo buscando tu nombre, y juntos buscando perdernos.
Beberemos del mismo arroyo y veremos el sol ponerse a lo lejos.
Amarnos en ese lugar sería espléndido.
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