miércoles, 21 de enero de 2009

Perdido en un Silencio Blanco

Suenan las notas que disfrazan el cristal verde en que se perdieron las abejas azules. Ahora las mariposas juegan en el campo desierto, pétreas agujas que salen del suelo.
Clavan las gotas sus llamas en las rosas blancas, suspiro de cinabrios y sangre, frías noches en que los lobos se despidieron bailando, cuervos oscuros que devoraron cortinas teñidas de azabache.
Murió el calor de las velas dulces y ninfas decapitadas, sube el cielo a su madre en la condena. Sufren las jaulas humanas, roban sus deseos de la tierra y alguna vez vio el zorro a la llama.
Pretensión efímera, lujuria entre paredes blancas y rezos de necrofilia, mira el cielo y su niebla, árbol marchito, aquí encontrarás el reposo que buscabas, o verás al tiempo torcerse en mis manos.

Amor, luna llena de nada, pierdes tu voz en un silencio blanco.

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