domingo, 25 de abril de 2010

Mirar atrás...

Nada. Nada excepto tú...
Es el amor el que me levanta cada mañana, ese deseo intenso de hacerte feliz con sólo estar a tu lado.
Los días pueden ser iguales, las horas pueden comerse unas a otras tratando de imponerse... la muerte puede seguir su camino llevándose lo que más quiero, pero este deseo seguirá hasta el último segundo que pueda respirar... porque este es mi aire.
Nunca vi el mundo tan gris y tan colorido al mismo tiempo... jamás antes lo hubiera aceptado así, sin cuestionarlo.

Es simple, realmente simple.
Te amo, y no dejaré de hacerlo, aunque mis uñas se atragantaran con la sangre que te he sacado... aunque jamás sea capaz de perdonarme.
Y es que me volví tonto, tonto y loco.
No puedo concebir el mundo sin tus manos enlazadas a las mías... no puedo alejarme de esa sonrisa tan inocente, no puedo...

Quería estar para ti siempre. Quería que me conocieras sin restricciones, y conocerte hasta hacernos uno. Ahora sólo quiero seguir a tu lado...

Nunca me olvides... porque jamás podré olvidarte.