lunes, 30 de marzo de 2009

La cajita de Isabel

Ayer me desperté pensando en lo que había hecho...
Unos vasos vacíos, unas botellas en el suelo y el olor en toda la casa...

Pocas veces pensaba en lo que hacía, pero cuando lo hacía, ningún espacio de mi mente se escapaba al juicio general.

- Respiro.

El aire entró en mis pulmones y cerré los ojos.
Entraba a mi cabeza como hielo... Así pienso mejor...

Isabel... ella dejó su caja en mi cabeza...
Ahora que la abro recuerdo aquellos días sin sentido en que jugaba a ser un ebrio...

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