Ayer me desperté pensando en lo que había hecho...
Unos vasos vacíos, unas botellas en el suelo y el olor en toda la casa...
Pocas veces pensaba en lo que hacía, pero cuando lo hacía, ningún espacio de mi mente se escapaba al juicio general.
- Respiro.
El aire entró en mis pulmones y cerré los ojos.
Entraba a mi cabeza como hielo... Así pienso mejor...
Isabel... ella dejó su caja en mi cabeza...
Ahora que la abro recuerdo aquellos días sin sentido en que jugaba a ser un ebrio...